Acaricié el suave coño a mi novia en casa de sus padres

Se llama Alejandra, estaba de paso en casa de sus padres para llevarla de paseo, era una de esas primeras oportunidades para salir a pasear al parque después de meses de enclaustramiento, pero justo por eso ella estaba con el coño caliente, cosquilleante, le picaba, me besó al verme mientras mis futuros suegros tomaban un café en la cocina, me tomó de la mano y me dirigió hacia su coño, “ráscalo perro!” me dijo, lo hice, no tuve corazón para negarme y en verdad echaba mucho de menos ese rico hueco carnoso y húmedo, nos pudieron haber descubierto y más debido a sus jadeos, pero no pude parar y la penetré, fue rico y ella lo disfrutó.