Iniciando a la puta mejor amiga de mi hija que gime delicioso

Llevaba un buen rato diciéndole a la chamaca que su amiga no
me latía porque ya circulaban en la colonia los chismes sobre lo puta que era,
que ya se había metido con algún don de la cuadra pese a que estaba casado.
Obviamente no quería que mi hija siguiera los pasos de esa puta, pero la neta
me ponía cachondo cuando la veía entrar a la casa con sus shorts cortos que
mostraban la pata de camello y me ponían jarioso pensando en lo delicioso que
se vería la morra desnuda y entregándose a un hombre de mi edad. Por suerte, la
chavita también estaba hambrienta de chorizo y se dio cuenta que yo la deseaba,
lo demás, mejor véanlo.