Mi nueva morra se hizo la difícil, pero acabó mamando y culeando como loca

Para variar un poco, después de cogerme a un chingo de
morritas bien putas con sus kilómetros recorridos y el chocho ya medio guango
de tanto comer verga, decidí entrar a una morra “bien” para disfrutar de un
tipo diferente de hembra. Está chingón porque esta vieja aún no está maleada, le
entra a todo y me obedece como una buena putita sumisa dispuesta a complacer al
macho que la ha hecho chorrearse como nunca en su vida. Como es normal, se
hace la difícil al inicio, pero en cuanto
empiezo a tratarla como una puta guarra, se prende bien chido y mama como loca
mi verga hasta que me la deja bien ensalivada para deslizársela bien adentro de
su papaya.