Morena rubia cachonda se atraganta con la verga venuda de su jefe

Esta golfita iba todos los días a la tienda donde trabajo. Empezó a hacerse mi amiga, pero poco a poco fue calentándome. Cada día iba llevando falditas más cortas que dejaban ver el nacimiento de sus nalguitas blancas, y escotes más atrevidos que me daban ganas de mamarle las chichotas ahí mismo. No tuve que esperar mucho, porque un día me vio metiendo unas cajas a la trastienda y se ofreció a ayudarme. Aprovechó para untarme el culo en mi palo que se fue poniendo bien tieso hasta que le dije “Norma, deja de jugar, ve qué duro tengo ya el pito”. La putita me lo agarró y se lanzó a chupármelo tan sabroso que me vine en su carita. Desde entonces viene a que le abra la panocha todos los días, aunque ya van varias veces que casi nos cacha mi patrón jajajaja