Puse patitas al hombro a perrita infiel insaciable y cachonda

Mamá me regaña un chingo porque sabe que mi adicción son las
hermosas perritas infieles que andan buscando otro macho que las complemente y
les dé la verga para satisfacer sus deseos insaciables de sexo ardiente. El
pedo es que a las viejas me pueden meter en unos pedotes tremendos, sobre todo
esta chavita deliciosa que es la morra de un puerco de aquí de la CdMx. Ya
saben ustedes cómo se las gasta la tira, pero aún así no pienso dejar de
bombear a esta zorrita deliciosa y castigarla con mi propia macana por ser tan
putona. Ya van varias veces que casi casi nos cacha su vato, pero una panocha
así de apretadita no se deja ir viva por nada del mundo.