Me la quise chingar por el culo pero no aguantó
Estaba tan calenturiento yo esa noche que no me importó que mi vecina esté con sus calcetines de doña, ella ya me esperaba con los brazos y las piernas abiertas ya que su marido se había ido a trabajar turno de madrugada, la lubriqué con un gel especial para anos caprichosos pero parece que solo aguantó por unos minutos, le metí le verga primero con cariño y luego traté de hacerlo como en las películas y ella abría las patas con más ganas, como si fuera una karateka y al principio estuvo chido pero luego ella empezó a sentir el poder de mi pito, la dejé descansar un rato para volver a intentar, ese culo tenía que ser mío al menos por esa noche.