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Espero que mis tíos nunca se enteren de estas cosas que estoy haciendo con mi prima, ella ya no es ninguna morrita, tiene 25 años pero la carita de inocencia no se le quita por nada del mundo, pero esta vez lo que se ve de ella son las hermosas piernas ricas, largas y con unas pantimedias negras de lencería que la hacen ver más puta de lo que ya es, además me ponen el pito bien duro, yo la visité sabiendo que estaba sola pero solo tenía intención de chuparle las chichis y de ser posible hacer una rusa pero ella se excitó tanto que levantó las piernas, las abrió y me dijo que por favor metiera toda la verga posible, me cambió el color del pito de lo rico que sentí su panocha mojada.

Mi prima y yo siempre hemos sido amigos íntimos, más que primos. De hecho, y aunque a pesar de todo nunca hemos vuelto a tocar el tema, ambos empezamos a descubrir el sexo con unos ricos fajes que me regalaron momentos calientes en los que pensar cuando me hacía unas buenas pajas. Sin embargo, aunque los años pasaron y ambos nos casamos, siempre seguimos en contacto porque ni ella ni yo obteníamos de nuestras parejas lo que sí encontrábamos en el otro. El colmo para ella fue cuando su marido comenzó con problemas para mantener la verga bien parada, y cuando ya no aguantó más el hervor en la panocha, vino a verme para que la hiciera mi perra.