Todo se queda entre familia: la hermana de mi cuñada me seduce con su putería.

Neta que la fuerza de la sangre es cabrona y mi cuñada y su
hermanita son el ejemplo perfecto. Mi hermano siempre le ha presumido a todo el
mundo que su vieja es bien complaciente en la cama, que menea el culo chido y
lo deja con los huevos bien secos de leche de lo sabroso que lo ordeña con sus
sensuales movimientos de cadera que, dice él, ni siquiera había disfrutado con
una putita de las de la zona de tolerancia. Cuando le dije que parara de mamar
porque nomás andaba presumiendo pan frente a los hambrientos, el cabrón me dijo
que su vieja tenía una hermanita y que, según se había enterado, era igual de
candente que ella, así que me hizo el paro para presentarmela y el resto mejor
veánlo.